Pie: de 5-10 x 1-2 cm, firme, fibriloso. Color blanco o blanco amarillento.
Sombrero: de 4 a 10 cm, hemisférico, pronto plano-convexo, mamelonado. Cutícula de gris oscura a gris violácea oscura, a veces con tonalidades amarillentas; cubierta de fibrillas radiales de color nagruzco. Lisa al tacto, un poco viscosa y brillante.
Láminas: blanquecinas, a menudo con tintes amarillos. Apretadas, escotadas.
Carne: blanca, gris bajo la cutícula. Débil olor y sabor a harina.
Esporas: ovoides, de 5-7 x 4-5 nm. Blancas en masa.
Hábitat: en bosques de coníferas. Otoño y principios de invierno. Bastante frecuente. Fructifica muy enterrado entre las acículas de los pinos, que lo protegen de las heladas; es una de las setas que más aguanta los rigores del invierno.
Comestibilidad: buen comestible, máxime teniendo en cuenta que mejora su calidad con las heladas.
Sombrero: de 4 a 10 cm, hemisférico, pronto plano-convexo, mamelonado. Cutícula de gris oscura a gris violácea oscura, a veces con tonalidades amarillentas; cubierta de fibrillas radiales de color nagruzco. Lisa al tacto, un poco viscosa y brillante.
Láminas: blanquecinas, a menudo con tintes amarillos. Apretadas, escotadas.
Carne: blanca, gris bajo la cutícula. Débil olor y sabor a harina.
Esporas: ovoides, de 5-7 x 4-5 nm. Blancas en masa.
Hábitat: en bosques de coníferas. Otoño y principios de invierno. Bastante frecuente. Fructifica muy enterrado entre las acículas de los pinos, que lo protegen de las heladas; es una de las setas que más aguanta los rigores del invierno.
Comestibilidad: buen comestible, máxime teniendo en cuenta que mejora su calidad con las heladas.
